Chetumal, Q. Roo, 3 de mayo de 2010.- Con un increíble panorama en la parte final de la laguna de Bacalar, se ubica el parque ecoturístico Uchben Kah, ubicado a 78 kilómetros de esta capital, en el Sur de Quintana Roo, construido a través de un proyecto de hace 5 años por un visionario grupo de ejidatarios que contó con el apoyo de los tres órdenes de gobierno.
Ante un exitoso futuro, la idea original de sus 54 socios fue mantener la propiedad comunal de este parque, donde reconocidos empresarios locales y quintanarroenses de Costa Maya, Xcaret y Chetumal han puesto los ojos para un destino de aventura con enfoque ecológico, aunque sólo se permiten paseos en kayac´s, veleros y juegos acuáticos de bajo impacto ambiental.
De esa manera, se inició una nueva aventura a través de la Dirección de Turismo Municipal en coordinación con las autoridades de ese destino para adentrarse en lo más profundo y conocer parte de su historia a través de los tiempos modernos que han permitido ir descubriendo lo que es hoy este mágico pueblo viejo, antiguamente llamado Santa Cruz Viejo.
En el lugar se comercializaban maderas preciosas, ya que fue puerto de entrada de embarcaciones desde la laguna y de salida al mar. Con aprobación del gobierno estatal y federal, se extraían caoba y cedro que transportaban a través de la laguna, que antiguamente era principio y final de Bacalar, lo que permitía salir de forma directa a la Bahía de Chetumal y sacar los productos hace 160 años por medio del enorme barco “Cubamex”.
Por los alrededores de 1847 los mayas rebeldes aprovecharon la comercialización de madera para cambiar ésta por armas para seguir la lucha en la Guerra de Castas.
Destacado guía de turistas bilingüe originario de Cozumel, contratado para mantener activo el parque, Ricardo González Góngora, con más de 20 años de experiencia en esta profesión, relata parte de la historia y atractivos de Pueblo Viejo (Uchben Kah en idioma maya) durante la semana desde un moderno y conservador restaurante construido con material de la región, respetando el entorno ecológico, donde, de entrada, esta prohibido el uso del Wave Runner´s (Ola de Corredor)
Explicó que la aventura por el lugar inicia con tres diferentes tipos de excursiones, el primero de ellos los cayacs, bicicletas con las que se recorre todo el pueblo de Pedro Antonio Santos en una distancia de 7 kilómetros y un recorrido histórico para conocer las localidades del parque, como es el caso de un cementerio que data de 130 años, el poblado y sus alrededores, de donde antaño se exportaban madera y chicle.
Destacó que durante los años 60 vivían en ese pueblo cerca de 3 mil 500 personas de diferentes países, como Honduras y Guatemala, además de poblados aledaños al lugar.
Con una extensión de 290 hectáreas, 90 de ellas con atractivos en tierra y el resto al frente de la laguna y selva de su ecoparque, el destino no permite el uso de vehículos de motor ni generadores de electricidad.
Más adelante, Ricardo, como lo nombramos durante la estancia, dijo que la idea es atrapar la atracción del turismo nacional y extranjero para que el sitio vuelva a resurgir tras que el huracán Dean lo dejara completamente destruido, pero hoy atiende nuevamente al turismo extranjero que arriba por crucero a Mahahual y a través de atractivos paquetes le ofrecen, además de recorridos y áreas de diversión, comida típica y artesanía regional.
Ubicado a corta distancia del poblado Pedro Antonio de los Santos, frente a la Laguna de Bacalar y a una hora de esta ciudad, el parque ecoturístico Uchben Kah, es centro de turismo alternativo, antiguo pueblo indígena maya, donde el compromiso con la naturaleza es conservar la fauna y sus animales más comunes, entre ellos el mono araña, oso hormiguero, venado cola blanca y tepescuincle, así como sus aves como el pavo montés, faisán, tucán, gaviota, pelícano, chachalaca, loro, paloma y ruiseñor, y reptiles como el lagarto, víbora de cascabel, tortuga e iguana.
La conservación de la flora es otro de los compromisos, ya que en todo el parque se observa una extensa área de rivera de laguna y vegetación original que comprende selva mediana sub-perennifolia, sabanas y humedales distribuidos en modo discontinuo, aunque también destaca la orquídea.
El ejido ha destacado desde hace muchos años en la producción de piña, pero poca gente ha tratado de establecer la ganadería, lo que implicaría un cambio definitivo de paisaje, ya que casi 80 por ciento de su territorio mantiene cubierta forestal con árboles de granadillo cedro, caoba y palmas cocoteras con su gran diversidad.
Por otro lado, existe una tienda de raya cercana a Bacalar y Chan Santa Cruz, en Felipe Carrillo Puerto,así como un personaje que destaca como socio, don Graciliano, quien platica la historia de “La cárcel del teporocho” que, con una salida y una entrada, estaba en un pozo, especialmente donde encerraban a borrachos y ladrones.
Hoy Uchben Kah resurge de las entrañas del olvido con la incansable lucha de los ejidatarios, que han puesto su orgullo para resucitar este destino de aventura y reabra las puertas a visitantes locales, nacionales y extranjeros con paquetes más accesibles y novedosos que los invite a volver a experimentar de este entorno apegado a la naturaleza.
Con atractivos servicios como caminatas guiadas a través de vegetación y senderos interpretativos, paseos en bicicleta, remo en kayac por riachuelos hasta desembocar en la laguna y manglares, la visita al pueblo restaurado y su mueso, así como las artesanías de la región, son una verdadera aventura.
Otros atractivos son sus servicios de restaurante con capacidad para 120 personas y que puede rentarse para eventos especiales; palapas de descanso y de convivencia familiar; renta de bicicletas, áreas verdes y otras propicias para nadar, aunque el destino también ofrece ecotécnicas y medios de conservación con un plan que promueve la conservación y cuidado del área a través de la concientización.
Aunque data de inicios del siglo pasado, Uchben Kah conserva su sabor caribeño y forestal, y de ahí la idea de rescatar el pintoresco sitio para un desarrollo ecoturístico sustentable.
Ricardo refiere que el sitio merece ser tomado en cuenta nuevamente por sus autoridades para volver a levantar el vuelo y retomar el camino, ya que se enriquece con abundante flora como el pich, sahka blanco, gran variedad de fauna y una biodiversidad de ecosistemas, selvas y humedales, con actividades turísticas de interés general y especial con alto contenido de cultura y naturaleza, acorde con las preferencias del turismo mundial de aventura.
Más adelante, dijo que este nuevo concepto de parque cuenta con instalaciones de acceso en dos kilómetros de camino en buen estado desde la entrada hasta la parte baja del parque, al pie de la laguna, además de un estacionamiento con capacidad para 200 vehículos, sanitarios ecológicos a base de agua clorificada que drena sobre filtros que va a parar a un depósito de desagüe de 50 mil litros enterrado que se trata para reutilizar en riego en cultivos.
Otros atractivos son su playa a la orilla de la laguna, un parque acuático, vestidores, camastros, sombrillas, equipo de primeros auxilios, restaurantes-bar y renta de kayac´s y bicicletas.
Finalmente, Ricardo mencionó que en Uchben Kah la historia conjunta la naturaleza en un excepcional escenario tropical, a través de una excursion de c asi 3 horas por todo el parque hasta el viejo asentamiento de chicle y el lugar donde se aserraban las maderas preciosas y palo de tinte a inicios del siglo pasado, todo con el cuidado de seguir conservando su sabor caribeño para que el visitante pueda relajase en plena naturaleza tropical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios