Mal
inicio de marzo para la mancuerna promotora de la “La Gran Tranza del
Bicentenario”, Gregorio Sánchez Martínez y Pedro Pablo Elizondo
Cárdenas, presidente municipal de Benito Juárez y Obispo de la
Prelatura Cancún - Chetumal respectivamente.
Gregorio
Sánchez Martínez, gracias a la bien ganada fama que tiene de
adjudicarse obras ajenas, entre otras cosas, el martes 2 recibió como
medida precautoria una evidente “pintada de raya y distanciamiento” del
presidente Felipe Calderón Hinojosa, el gobernador Félix González Canto
y comitivas adjuntas en la ceremonia de “Entrega de Obra
de Recuperación de Arenales en el Litoral Benito Juárez y Solidaridad”.
Fue tanta la prevención del delito que el Estado Mayor Presidencial no
le quito la vista de encima no sea que luego fuera a salir con
“medallas ajenas colgadas en el pecho”.
Luego el miércoles 3 las
111 demandas por la Depredación del Ombligo Verde, interpuestas en los
juzgados civiles, estatales y federales motivaron que Enrique Mora
Castillo, Comisionado Estatal de Derechos Humanos emitiera una
recomendación cautelar al “Honorable Ayuntamiento Benito Juárez 2008 –
2011”, de suspender las obras en el Ombligo Verde, hasta que culminen
los litigios que comprueben la moralidad, veracidad y legalidad del
proyecto “Quintas la Costa” alias “Plaza Bicentenario, Palacio
Municipal, Estacionamiento Subterráneo, Sambodrómo con Fuente para
Anestesiados del Futbol y Catedral con Criptas”.
Hablando de catedrales, por su parte al “socio” del proyecto inmobiliario en litigio Pedro
Pablo Elizondo Cárdenas que presento el “proyecto bicentenario” a
Benedicto XVI como paliativo ante la auditoria ordenada por el
Vaticano, el jueves 4 le explota, junto con la legión, la exhibición
pública nacional e internacional de la nueva tanda de demandas penales
por “violación pederasta” del fundador y “guía
espiritual” de los legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado
interpuestas ahora por sus hijos biológicos.
Es
importante considerar que frente a estas nuevas denuncias de pederastia
contra Marcial Maciel, líder fundador de la Legión de Cristo, la
formación en valores y la calidad moral de las instituciones educativas
creadas por la congregación no sólo queda en entredicho, también se
incurre en un “proceso educativo pernicioso” al intenta acallar la
verdad, al no querer reconocer que un miembro importante de su
comunidad cometió delitos graves.
La
característica principal de las escuelas confesionales es su tendencia
a la formación en valores cristianos, y no hay nada peor para la moral
católica que el abuso a un inocente. Ante un caso tan grave, los
legionarios deben hacer reconocimiento público de los hechos ante sus
estudiantes, pues no basta con pedir perdón a las víctimas.
Nadie
intenta afirmar que todos los legionarios son pederastas o que estos
casos sólo ocurren en escuelas privadas, por Salud Pública es
importante y necesario saber qué ocurrió y llevar ante
la autoridad civil a todos los responsables. El silencio sólo enseña
que ante el delito es mejor callar. Esto genera no sólo impunidad, sino
una profunda contradicción, porque ocurre en instituciones que se dicen
comprometidas con la verdad y la formación en valores de sus alumnos.
Hay
que recordar que los legionarios de Cristo manejan más de 150 colegios,
21 instituciones de estudios superiores, además de nueve universidades
distribuidas en varios países, uno de ellos México, donde la
congregación fundó la Universidad Anáhuac y aplica su modelo académico
en más de 40 instituciones educativas, entre las que destacan los
institutos Cumbres, Irlandés, Alpes y Oxford, y ahí es en donde NO se
puede enviar un mensaje de impunidad ante delitos tan graves, ya que lo
denunciado es un hecho tan brutal como la confesión de que los propios
hijos de Maciel fueron abusados por el fundador de los Legionarios de
Cristo y esto por supuesto que debe de estar cimbrando la estructura de
todo el sistema educativo creado por la congregación.
Aunque
en estos menesteres prevalece el cinismo de la cúpula eclesial y
también el de una burguesía amoral que sabe lo que ocurre al interior
de una congregación que controla el sistema educativo que ofrece a los
hijos de las elites económicas del país no sólo un certificado que les
garantice ser parte de la excelencia académica que demanda el modelo
educativo neoliberal sino también tener una formación moral que hoy puede ser cuestionada.
Es
común que ante casos tan graves de denuncias de pederastia se intente
como siempre acallar el hecho con un muro de silencio y tiempo para
después dar carpetazo al caso y definirlo como un hecho aislado que no
afecta la virtud moral de las instituciones que se fundaron a su amparo.
La
sociedad enfrenta una enorme dosis de cinismo e impunidad que pretende
dejar sin respuesta qué pasa cuando el fundador de una congregación que
enarboló determinados valores, seguidos por las instituciones
educativas que fundó, queda descubierto en actos claramente delictivos.
En mi pueblo hasta los pastores son mayates.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios