Por Xavier Méndez Camacho
Tiene fama pública de gángster y sinverguenza. Le llaman “El Huacho” y se gana la vida en los juzgados. Jaime Hernández, el nuevo presidente municipal de Benito Juárez prácticamente vendió su alma al Diablo porque contrató al abogado del Ángel Maligno para que lo asesorara en el pleito legal contra Latifa Muza que se quedó tragando camote al tomarle protesta al nuevo Edil. Joaquín “El Huacho” Espinoza con sus “chicanadas” y con la ayuda de Satán, porque quienes lo conocen afirman que es “El Abogado del Diablo” logró instalarlo y ahora Jaime tiene que pagar la factura.
Naturalmente el patrón de “El Huacho”, es decir el mismísimo Lucifer, se tomó atribuciones inmediatas después de la toma de protesta porque ahora le pertenece el alma perredista de Jaime y por un buen tiempo los destinos de los trabajadores del Ayuntamiento.
El Innombrable le dijo a su abogado que se sentara en la silla más importante del municipio, y desde ahí hiciera valer las ordenanzas del Supremo Maligno. Joaquín “El Huacho” Espinoza ni tardo ni perezoso, como buen y fiel servidor, amenazó al Secretario de la Comuna, Lenin Zenteno para que renunciara a su puesto: “no creo que por molestarme a mi quieras perjudicar toda tu vida”, seguramente le masculló al oído del funcionario municipal. El “Huacho” es un hombre inescrupuloso que se mete en cualquier terreno –ya lo hizo en las propiedades de Succar Kuri- con tal de sacar adelante sus asuntos. Fino en su trato, seductor en sus argumentos, desde hace años ha establecido una red de relaciones en el estado que le permiten salir avante e impune en sus caros asuntos aunque viole la ley. Lo mismo con notarios que con políticos y empresarios, que con policías y con miembros del bajo mundo a quienes ha defendido en tribunales. No fueron pocos los que se sorprendieron con la presencia de Joaquín en el Ayuntamiento asesorando al nuevo Munícipe. Y como él hay muchos otros que inmediatamente le hicieron la Corte a Jaime como el famosísimo Alfredo Achard, exasesor del “angelical” Greg Sánchez, que quiere seguir pegado a la ubre municipal. Uno de los Regidores declaró después del incidente: “Lo que le dijimos (a Jaime) es que no son formas las de Huacho Espinosa, ni que amenace a Lenin Zenteno de que se va por la buena o le da en toda la madre. No son las formas y de ninguna manera podemos permitir que personajes de ese nivel reciban nombramientos en alguna de las direcciones. Si hay buena voluntad que se vaya del palacio”. El problema ahora es que el Maligno ya se instaló en la silla municipal y no está Greg para que con sus huestes cristianas lo alejen del Ayuntamiento. Jaime Hernández es solamente un mozo del infierno.
Naturalmente el patrón de “El Huacho”, es decir el mismísimo Lucifer, se tomó atribuciones inmediatas después de la toma de protesta porque ahora le pertenece el alma perredista de Jaime y por un buen tiempo los destinos de los trabajadores del Ayuntamiento.
El Innombrable le dijo a su abogado que se sentara en la silla más importante del municipio, y desde ahí hiciera valer las ordenanzas del Supremo Maligno. Joaquín “El Huacho” Espinoza ni tardo ni perezoso, como buen y fiel servidor, amenazó al Secretario de la Comuna, Lenin Zenteno para que renunciara a su puesto: “no creo que por molestarme a mi quieras perjudicar toda tu vida”, seguramente le masculló al oído del funcionario municipal. El “Huacho” es un hombre inescrupuloso que se mete en cualquier terreno –ya lo hizo en las propiedades de Succar Kuri- con tal de sacar adelante sus asuntos. Fino en su trato, seductor en sus argumentos, desde hace años ha establecido una red de relaciones en el estado que le permiten salir avante e impune en sus caros asuntos aunque viole la ley. Lo mismo con notarios que con políticos y empresarios, que con policías y con miembros del bajo mundo a quienes ha defendido en tribunales. No fueron pocos los que se sorprendieron con la presencia de Joaquín en el Ayuntamiento asesorando al nuevo Munícipe. Y como él hay muchos otros que inmediatamente le hicieron la Corte a Jaime como el famosísimo Alfredo Achard, exasesor del “angelical” Greg Sánchez, que quiere seguir pegado a la ubre municipal. Uno de los Regidores declaró después del incidente: “Lo que le dijimos (a Jaime) es que no son formas las de Huacho Espinosa, ni que amenace a Lenin Zenteno de que se va por la buena o le da en toda la madre. No son las formas y de ninguna manera podemos permitir que personajes de ese nivel reciban nombramientos en alguna de las direcciones. Si hay buena voluntad que se vaya del palacio”. El problema ahora es que el Maligno ya se instaló en la silla municipal y no está Greg para que con sus huestes cristianas lo alejen del Ayuntamiento. Jaime Hernández es solamente un mozo del infierno.
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